En el mundo empresarial, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes), encontrar una solución rápida y eficiente para mantener la liquidez puede ser determinante, y el factoring es una herramienta que puede ayudar a gestionar las facturas y anticipar pagos. En este artículo, te explicaremos de manera sencilla qué es el factoring, cómo funciona y qué alternativas puedes considerar.

Qué es el factoring

El factoring es un instrumento financiero que permite a una empresa obtener un anticipo sobre el valor de sus facturas pendientes de cobro. 

Este contrato establece que, en lugar de esperar a que el cliente liquide el monto adeudado dentro del plazo pactado, la empresa de factoring se encarga de adelantar el dinero correspondiente a dichas facturas.

A cambio, esta última cobra una comisión por el servicio prestado.

De esta manera, las empresas pueden mejorar su capacidad financiera y reducir el riesgo de impago.

En términos simples, es como vender tus facturas a una entidad financiera para recibir dinero antes de tiempo. 

Este mecanismo resulta ideal para negocios que necesitan efectivo para cubrir sus operaciones diarias o invertir en nuevos proyectos.

Cómo funciona el factoring

El proceso de factoring se desarrolla en varias etapas:

  1. Emisión de las facturas: Tu empresa emite una factura a un cliente por productos o servicios entregados, con un plazo de pago establecido.
  2. Cesión de las facturas: Tú entregas (cedes) esa factura a una entidad financiera o empresa de factoring. Para ello, presentas tus documentos por cobrar a la empresa de factoring, que evaluará tanto tu situación financiera como la de tus deudores. Una vez completado el análisis y si es aprobada la operación, recibirás el adelanto acordado.
  3. Anticipo del importe: La entidad te adelanta un porcentaje del valor de la factura (usualmente entre el 70% y 90%), cobrando una comisión por el servicio.
  4. Cobro al cliente: La empresa de factoring se encarga de gestionar el cobro al deudor.
  5. Pago del resto: Una vez que el cliente paga la factura, la empresa de factoring te entrega el resto del importe, descontando los costos asociados.

Consideraciones legales y regulatorias

En Chile, el factoring está regulado por la Ley N° 19.983, que otorga mérito ejecutivo a la factura y regula su transferencia. 

Además, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) supervisa a las empresas de factoring, garantizando mayor seguridad en las operaciones.

Tipos de factoring

Dependiendo de las necesidades de tu negocio, existen diferentes modalidades de factoring. 

Aquí te presentamos las principales:

Factoring sin recurso

En esta modalidad, la empresa de factoring asume el riesgo de impago del deudor. Esto significa que, si el cliente no paga, tú no tendrás que devolver el anticipo recibido. 

Este esquema resulta ideal si trabajas con clientes de quienes no tienes claridad sobre su solvencia financiera, ya que transfiere ese riesgo a la entidad que gestiona la operación. 

Sin embargo, debes considerar que este beneficio suele ir acompañado de comisiones más elevadas, ya que la empresa de factoring asume un mayor nivel de riesgo.

Factoring con recurso

En este caso, tú como empresa sigues siendo responsable del pago si el cliente no cumple con su compromiso. 

Aunque el costo de este servicio suele ser menor, el riesgo recae en tu negocio.

Factoring internacional

Si realizas ventas en el extranjero, esta modalidad es ideal para gestionar las facturas de deudores internacionales. Ayuda a reducir el riesgo de insolvencia y simplifica los pagos en distintas monedas.

Factoring de exportación

Similar al factoring internacional, esta modalidad se centra exclusivamente en empresas que exportan bienes o servicios. 

Ventajas del factoring

El factoring ofrece múltiples beneficios para las empresas, especialmente aquellas que enfrentan desafíos de liquidez o buscan minimizar riesgos financieros:

Mejora el flujo de caja: Obtienes dinero de manera inmediata, sin esperar los plazos de pago de tus clientes.

Reducción de riesgos: En el caso del factoring sin recurso, evitas preocupaciones por la insolvencia de los deudores.

Ahorro de tiempo y recursos: La empresa de factoring gestiona el cobro de las facturas, permitiéndote enfocarte en tu actividad principal.

Acceso a financiación sin endeudarte: No necesitas solicitar créditos bancarios ni aumentar tus pasivos.

Desventajas y costos asociados

A pesar de sus ventajas, el factoring tiene algunos aspectos a considerar:

Costos elevados

El factoring suele incluir comisiones y tasas cuyos montos varían dependiendo de factores como el tipo de factoring (con o sin recurso), el nivel de riesgo asumido por la entidad financiera, y la cantidad o el valor de las facturas cedidas. 

Además, estos costos pueden reducir tus márgenes de beneficio, especialmente si ya tus operaciones de venta vienen con márgenes ajustados.

Dependencia financiera

Usar factoring de manera recurrente puede generar una dependencia peligrosa para tu negocio. 

Si utilizas esta herramienta como una solución constante en lugar de una medida estratégica ocasional, podrías perder flexibilidad financiera. 

Esto puede limitar tu capacidad de manejar otras alternativas de financiamiento a largo plazo, como préstamos o líneas de crédito tradicionales.

Impacto en la relación con los clientes

En algunas modalidades, como el factoring sin recurso, el cliente es contactado directamente por la empresa de factoring para gestionar el cobro de la factura. 

Esto podría incomodar a tus clientes, especialmente si valoran una relación comercial directa y personalizada contigo.

Límites en el anticipo

No siempre recibirás el 100% del valor de tus facturas. Generalmente, las empresas de factoring adelantan entre el 70% y el 90% del importe, reteniendo una porción como garantía hasta que el cliente realice el pago. 

Esto significa que, aunque obtendrás liquidez, no será por el total que esperabas.

Alternativas al factoring

Si el factoring no se ajusta a tus necesidades o prefieres explorar otras opciones, aquí tienes algunas alternativas:

Confirming

Es una solución similar al factoring, pero en este caso, es tu cliente quien contrata el servicio. La entidad financiera paga a tus proveedores directamente, asegurando la puntualidad en los pagos.

Líneas de crédito

Solicitar una línea de crédito puede ser una opción viable si necesitas financiamiento para cubrir tus operaciones.

Descuento de facturas

Este instrumento permite obtener anticipos sobre facturas específicas, pero sin que la entidad gestione el cobro directamente. El riesgo de impago recae en tu empresa.

Préstamos bancarios

Aunque implica endeudamiento, puede ser una solución adecuada si necesitas cubrir gastos importantes o realizar inversiones a largo plazo.

Cómo elegir el mejor factoring o alternativa

Elegir el factoring o la alternativa financiera adecuada para tu negocio puede marcar una gran diferencia en la gestión de tus recursos. 

Para tomar la mejor decisión, es importante analizar varios factores clave y evaluar cómo se alinean con las necesidades específicas de tu empresa. 

Aquí te dejamos una guía:

Costos: Compara cuidadosamente las tarifas, comisiones y otros cargos asociados con diferentes empresas de factoring o alternativas de financiamiento. Considera tanto los costos iniciales como los recurrentes, y asegúrate de que el impacto en tus márgenes de beneficio sea sostenible para tu negocio.

Riesgo asumido: Define si estás dispuesto a asumir el riesgo de impago de tus clientes o prefieres transferirlo a la entidad financiera. 

Flexibilidad: Evalúa qué tan flexible es la opción que estás considerando. Por ejemplo, algunos tipos de factoring, como el sin recurso, eliminan preocupaciones relacionadas con la insolvencia, mientras que alternativas como las líneas de crédito ofrecen mayor libertad para gestionar tus recursos según las fluctuaciones del negocio.

Además, no olvides analizar el nivel de servicio ofrecido por la entidad financiera, los tiempos de respuesta, y si proporcionan herramientas digitales que faciliten el trámite. 

Una buena decisión debe equilibrar tus necesidades actuales con la posibilidad de adaptarse a los planes futuros de tu negocio.

Evalúa cuidadosamente tus opciones y elige la solución que mejor se adapte a tus objetivos. 

Maxxa: Líneas de crédito rápidas y flexibles para pymes

Maxxa es una fintech chilena que ofrece soluciones financieras innovadoras para pequeñas y medianas empresas (pymes). 

Su línea de crédito destaca por su rapidez y flexibilidad, con un proceso que se realiza de manera 100% digital, permitiendo a las empresas acceder a financiamiento en apenas horas,  eliminando las largas esperas y trámites tradicionales. 

Este servicio está pensado para adaptarse a las necesidades reales de las empresas, permitiendo utilizar el crédito según lo requieras y pagar únicamente por lo que uses, sin costos de mantención ni compromisos adicionales.

Maxxa demuestra que el financiamiento puede ser accesible, rápido y, sobre todo, amigable para quienes mueven la economía del país.